Concepto:
Es un trastorno que se caracteriza por un compromiso significativo en el desempeño de habilidades motoras, tiene un impacto negativo significativo en las actividades de la vida diaria (como vestuario o alimentación) y/o en el ámbito académico (ej. mala caligrafía). Existen dificultades con las habilidades motoras gruesas y/o finas, que se evidencian en el desplazamiento, agilidad, destreza manual, habilidades mas complejas (juego de pelotas) o equilibrio. No se debe a una enfermedad médica (ej. Parálisis cerebral o distrofia muscular).
Causa:
Las causas de la dispraxia no son totalmente conocidas, pero se sospecha que se deben a alteraciones existentes a lo largo del neurodesarrollo que generan que las áreas cerebrales vinculadas a la integración de la información motora y su secuenciación no maduren correctamente.
Clínica:
Los síntomas más evidentes son la presencia de torpeza, descoordinación y lentitud motoras, interfiriendo con la vida habitual y el desarrollo del sujeto.
- En los niños pequeños se puede observar torpeza motora en sus movimientos, retraso en la adquisición de los hitos motores como la marcha o el gateo.
- Dificultad para abrochar botones.
- Dificultad con los cordones de sus zapatos.
- Dificultad en actividad de modelaje, deportes, dibujo, escritura y la ejecución de instrumentos musicales.
Diagnóstico:
Se basa en la recopilación de antecedentes del desarrollo y desempeño escolar y la aplicación de escalas de habilidades motoras. Evaluación neurológica para descartar enfermedades que cursen con problemas motores.
Tratamiento:
Debe ser completamente personalizado y adaptado a la edad y síntomas del paciente; cada niño sufrirá diferentes carencias y requerirá que se haga hincapié en distintos aspectos.